Salir del hogar es obligatorio para todas las mascotas. Hasta las que viven en acuarios o terrarios tendremos que transportarlas al Lo más importante en el caso de los gatos es que asocien el elemento de transporte como un espacio amigable. De esta forma, el día que tengas que llevarle, por ejemplo, a una visita veterinaria o en un viaje en coche, la experiencia debe empezar de la forma más normal posible. Para ello, es imprescindible la educación en positivo y habituarlo a su transportín. Tendrás que dejarlo en su zona de descanso para que lo vea como una alternativa más que asocie dentro de su territorio. Podrás incentivar que acceda a él con snacks de premio. O con su juguete favorito. Lo importante es que lo entienda como un elemento familiar que no esté asociado con una experiencia traumática.veterinario en algún momento de sus vidas. Y por supuesto, en el caso de los perros estas salidas serán obligatorias y varias veces al día. En este capítulo abordaremos cómo podemos generar los hábitos saludables en las salidas de cualquiera de los espacios vitales de todas nuestras mascotas, ya sean recintos, jaulas, pisos o cualquier entorno en el que habiten. Aportar a nuestras mascotas salidas frecuentes de su entorno de descanso y alimentación le ayudarán en sus ámbitos de salud para los siguientes aspectos:
Mejorar el vínculo emocional y social
Fuera de su territorio, tú te convertirás en el auténtico guía de tu mascota, por lo que el vínculo emocional que mantengáis será más decisivo que nunca. Ofrece seguridad a tu mascota durante
el tiempo que esté fuera de su refugio a través de constantes atenciones y con una actitud empática. De esta forma, generarás aún mayor vínculo emocional también en el hogar.
Realizar ejercicio físico
Salir de casa o proporcionarle espacios más allá de los que tiene para descansar son maneras magníficas de mantener a tu mascota activa y en forma. Aportarle el suficiente ejercicio es fundamental para la salud física y el bienestar general de tu mascota, ayudándola a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de problemas de salud.
Promover el desarrollo mental
Aportarle estímulos distintos a los habituales del día a día, le ayudará a sus retos mentales. Dentro del hogar, los estímulos visuales, olfativos, auditivos son casi siempre los mismos o varían muy poco.
Sin embargo, el reto de enfrentar la salida al exterior ayudará a tu mascota a que mentalmente permanezca más estimulada.
Reforzar la obediencia en momentos de estrés.
Debido a que algunas de las salidas pueden ser realmente importantes, la obediencia adquiere un peso crucial. El objetivo es evitar que situaciones excepcionales como una salida al veterinario alteren el resto de los hábitos saludables ya adquiridos en otros aspectos de su rutina.
Habituar socialmente a la mascota a entornos con más mascotas.
Las peluquerías de mascotas, los veterinarios, las residencias caninas y qué decir de los parques, son todo ello espacios donde nuestra mascota sí o sí se va a relacionar con otros de su especie y de otras. Salir de casa implica ejercitar su desarrollo social
¿Cómo preparo a mi mascota para salir de casa en un hábito saludable?
¿Cómo preparo a mi perro para salir de casa en un hábito saludable?
Genera una rutina de salida en la que el perro tenga claro que salís juntos. Por ejemplo, puedes darle un comando que signifique que salís a pasear; o coger siempre en el mismo orden sus elementos de paseo (correa, arnés, dispensador de bolsitas…). Es crucial que la salida sea positiva para los dos y que el momento de ponerle el arnés o la ropa que le proteja de lluvia o frío sea cuestión de segundos. Y más aún, que el perro se sienta cómodo y no trate de quitárselo durante todo el paseo.
Por supuesto, cuanto más tiempo y más veces puedas salir a pasear con tu perro, mejor. Te lo agradecerá sea del tamaño o raza que sea. El factor que más puede determinar las salidas es la edad de tu perro que, como veremos más adelante, tienen un rol muy importante en su socialización cuando es cachorro. Y a su vez, habrá que irlas reduciendo según entre en edad senior.
El objetivo de las salidas es que sean placenteras para ambas partes. Por ello, el comportamiento de tu amigo debe ser el deseado en todo momento: que camine a tu lado, que te haga caso cuando se encuentre con otros perros, que puedas soltarlo en las zonas habilitadas para ello…
Los pasos en su primer año de vida
Desde cachorro, el perro es enseñado por su madre a caminar en manada a través de señales claras:
- Orientando su dirección a través del contacto físico y desplazamientos lomo con lomo.
- Focalizando su atención al presente a través de pequeños mordiscos en la zona del cuello para que el cachorro no se distraiga. Hay que tener en cuenta que un perro percibe la realidad del entorno en un 80% a través del olfato y su vista la utilizan solamente para orientarse.
Etapas de aprendizaje a caminar de un perro
Día 1 a día 7 aprox desde su nacimiento
Día 8 hasta los 3 primeros meses aprox.
Desde 3 hasta 12 meses aprox.
Es cuando adquiere la capacidad de caminar en sociedad o manada. Entiende las pautas de paseo en equipo, el orden adelantado o en línea del tutor y aprende los momentos en que puede libremente rastrear o debe permanecer junto a la línea de paso, tirar para hacer avanzar a la familia. El ser humano adquiere estas habilidades entre los 7 y hasta los 15 años orientado por sus tutores.
¿Cómo elegir sus elementos de paseo?
- Conocer el cuerpo de los perros.
- Elegir productos certificados por etólogos que nos permitirán orientar y educar a nuestro perro durante su primer año de vida.
Caminar en sociedad: cómo creamos el hábito.
El mejor momento del día
Tu perro y tú en forma
Caminata y carrera
El paseo en bicicleta
Desde el aspecto deportivo, encontramos en la bicicleta una solución muy práctica para las personas que conviven con perros que necesitan muchas horas de ejercicio a diario. La posibilidad de que el perro corra a nuestro lado mientras montamos en bicicleta, aumenta el ejercicio de nuestro perro y nos cansa menos a nosotros. Razas como el husky siberiano son un ejemplo perfecto para este hábito saludable para personas y mascotas.
Para abordar el paseo en bicicleta como opción de transporte con nuestro perro, hay que centrarse en habituar a nuestra mascota a este hábito como parte de nuestra rutina juntos. Los primeros pasos deben ser de descubrimiento de la bicicleta desde el juego y en positivo, con caricias o snacks. Por supuesto, empezaremos con la bicicleta parada. Es mejor comenzar empujando la bicicleta y caminando al lado de ella con nuestro perro para ir incorporando poco a poco el resto de los pasos. Sólo cuando el ciclista y el perro estén acostumbrados deberías aventurarte en carreteras con tráfico.
En función del tamaño y las características de tu mascota, podrás ir con tu perro en bicicleta en cesta o remolque. También puede correr a tu lado, como hemos visto anteriormente.
Perros con escasa movilidad
Aunque en este capítulo no abordemos con detalle la seguridad del viaje en coche, sí es importante ver cómo facilitamos el acceso a perros que tengan problemas de movilidad al mismo.
Desde el punto de vista de los hábitos, nos encontramos ante una situación importante a controlar: cuando un perro (normalmente grande) ha adquirido el hábito toda su vida de subir y bajar al maletero de nuestro coche de un salto tras el comando que le demos, se convierte en crucial que le apoyemos en que cambie ese hábito cuando se hace mayor y ya no es beneficioso para su salud. Por ejemplo, porque pueda tener un problema en la cadera al bajar del vehículo.
Para ello, el nuevo hábito saludable podría ser apoyarle con que siga viajando en el maletero, pero accediendo al mismo desde una rampa o unos escalones. Como elementos preventivos, pueden servir para evitar daños en las articulaciones y protegerlas durante toda la vida del perro.
Hábitos de Paseo en situaciones de Protección
Nuestro perro tiene que pasear todos los días. Da igual las condiciones externas de visibilidad, temperatura, humedad u hora del día. Nuestra responsabilidad es equiparnos a ambos con los elementos certificados necesarios para que el paseo continúe siendo el hábito saludable y placentero que hemos conseguido.
El paseo en la oscuridad
En la oscuridad, el ser humano sólo ve el 10 % de lo que puede ver con luz. El peligro de accidentes se triplica en el atardecer o en la oscuridad ya que el 90% de los conductores en accidentes nocturnos afirman no haber visto al peatón. Para hacernos una idea, en los accidentes diurnos, sólo el 19% afirman lo mismo.
Por ello, las mascotas y las personas deben estar equipados con utensilios reflectantes o luminosos (en su función fija o intermitente) para prevenir accidentes en los momentos de paseo. Además de cuando atardece y por la noche, debemos recurrir a este tipo de artículos cuando hay niebla, lluvia o nieve.
Otro momento donde es muy útil equipar a nuestros perros con elementos luminosos es en las zonas donde podemos soltarles para no perderles de vista. Los collares que emiten luz para localizarlos son de gran ayuda. Eligiendo el grosor del collar adecuado, evitarás que su pelaje lo cubra y que puedas seguir viéndolo.
Respecto al tipo de producto, las opciones son amplísimas. Los criterios deberían ir en función a los gustos y la comodidad de personas y mascotas, ya que ambas debemos hacernos visibles. Los anillos luminosos aportan mucha visibilidad a muchos metros, así como los flashes o cualquier tipo de elemento colgante, los chalecos o pañuelos reflectantes se integran bien en las prendas de paseo, así como las correas y collares que se pueden elegir con estas cualidades, representando una seguridad adicional útil, sobretodo para ciclistas. Aunque sea de día, siempre es recomendable llevar al menos algún elemento reflectante, ya que no sabemos cuánto se puede alargar el paseo.
El paseo fuera de la ciudad
Muy habitual en zonas vacacionales como urbanizaciones o pequeñas localidades de playa. Ya en el atardecer, la visibilidad puede ser variable o verse reducida incluso en carreteras bien iluminadas. Por ello, se recomienda siempre identificar claramente al perro y a la persona con colores de señalización.
Los usuarios de la calzada sin protección corren un mayor peligro, ya que son más difíciles de distinguir. Con la luz de cruce de un coche, sólo son visibles a una distancia de 25 metros. La ropa clara con fuertes contrastes aumenta la distancia de visibilidad hasta los 40 metros. La ropa reflectante puede verse incluso a 150 metros de distancia.
El paseo con lluvia
La lluvia puede llegar a ser un verdadero incordio a la hora de pasear a nuestra mascota. Al estar tan cerca del suelo, realmente acaban empapados, aunque no caiga lluvia especialmente fuerte. Incluso en ciertas mañanas en zonas de mucha humedad, el rocío de la noche hace que nuestro perro llegue calado a casa.
Sobre todo en los días que llueve, un perro que se humedece llega a casa mojado y hay que secarle por completo. Y esto es un verdadero incordio para el animal y para las personas, sobre todo por cuestiones de tiempo. Sino se hace esto o no se hace del todo bien, la humedad de un día se transforma en mal olor en los sucesivos. Y lo más importante: en posibles enfermedades para la mascota.
Si cualquier raza de perro se protege con una capa o chubasquero, evitamos que coja la mayor parte de la humedad al sacar a pasearlo. La vuelta a casa debe centrarse en eliminar toda la humedad del pelaje de nuestra mascota. Existen productos específicos que nos deben ayudar a ello como las alfombrillas absorbentes. Además, se pueden ver reforzadas por otros como los cojines calentadores.
Salidas con calor y frío extremos
Cuando las temperaturas superan los 25 °C, los perros ya no pueden regular su temperatura corporal sólo con el jadeo. Necesitan aire fresco, sombra, agua… Los elementos rellenos de gel refrigerante, sobre todo las alfombrillas, son muy útiles, pero teniendo siempre en cuenta que el perro debe ser siempre libre de utilizarlas o alejarse de ellas voluntariamente.
Estos entornos de calor se acrecientan cuando llevamos a nuestro perro en el coche, ya que las temperaturas demasiado altas dentro de un vehÃculo se convierten rápidamente en un peligro para la vida de los perros. Por ello, nunca debe dejarse al perro solo en el coche.
Respecto a entornos de frÃo, debemos recordar que la mayorÃa de los perros viven con nosotros en habitaciones con calefacción y el cambio de temperatura al sacarlo a pasear en invierno puede ser demasiado impactante. Además, muchos perros tienen el pelaje fino, son demasiado pequeños, jóvenes, mayores o están enfermos. También es importante revisar las almohadillas de las patas cuando el paseo es sobre nieve, e incluso protegerlas poniéndoles unas botas.
¿Cómo apoyamos al gato para el hábito de salir de casa?
Lo más importante en el caso de los gatos es que asocien el elemento de transporte como un espacio amigable. De esta forma, el día que tengas que llevarle, por ejemplo, a una visita veterinaria o en un viaje en coche, la experiencia debe empezar de la forma más normal posible.
Para ello, es imprescindible la educación en positivo y habituarlo a su transportín. Tendrás que dejarlo en su zona de descanso para que lo vea como una alternativa más que asocie dentro de su territorio. Podrás incentivar que acceda a él con snacks de premio. O con su juguete favorito. Lo importante es que lo entienda como un elemento familiar que no esté asociado con una experiencia traumática.
La consideración de “paseo” en un gato debe entenderse como el espacio del territorio que un gato tiene que explorar, revisar y comprobar varias veces al día para asegurarse el buen estado de su territorio, la presencia de comida y agua disponible, y la ausencia de amenazas externas que pongan en riesgo su espacio.
Debemos permitir que nuestro gato explore su territorio como un hábito fundamental para su bienestar emocional y social.
En situaciones donde el territorio contenga espacio exterior, debemos asegurar la exposición del mismo a riesgos como caídas por las ventanas o saltos de vallas. Para ello, podremos proteger nuestro espacio con redes para ventanas o facilitar la salida segura a través de arneses de seguridad.
El territorio como espacio vital para un gato forma parte fundamental para su autoestima y estado mental equilibrado. Por tanto, es nuestra responsabilidad mantenerlo enriquecido asegurando que exista agua y alimento disponible siempre (dispuesto en varios comederos separados en diferentes lugares), espacio de higiene en un lugar seguro y estabilidad de aromas, por ejemplo, con un ambientador en casa que sea estable y orgánico para el gato.
Cualquier alteración del territorio o la necesidad de salir del mismo, supone para el gato un estrés emocional importante. Puede desencadenar un estado de supervivencia ante la sensación de creer que el territorio puede ser alterado, invadido o abandonado.
Por tanto, ante la necesidad de tener que salir al exterior del territorio, debemos tener la prevención de facilitar ese tránsito emocional a nuestro gato.
Salidas del gato de su territorio
Antes de la salida, debemos prevenir el momento para que nuestro gato se muestre confiado tanto con nosotros como con el entorno. Podemos ayudarle preparando su transportín días antes.
Si desde cachorro, habituamos y acompañamos a nuestro gatito a desplazarse fuera de su territorio y realizamos rutinas que le ayuden a aprender que no hay riesgo exterior ni de abandono del territorio-hogar, mejoraremos su autoestima y su nivel de estrés será menor. Siempre tenemos que prevenir que no es natural para un gato el cambio de territorio y siempre debemos procurar la mejor estabilidad para él. Además, debemos facilitarle el proceso de integración al nuevo espacio al que lleguemos hasta que lo interprete como un lugar seguro o una extensión de su territorio.
Para preparar el transportín antes de la salida, un buen hábito es mantener su transportín ubicado y abierto en algún lugar del territorio en nuestro hogar. En su interior podemos disponer una manta o cojín que contenga algún juguete, snack o aroma familiar. De este modo, nuestro gato percibirá el transportín como un elemento familiar y no extraño. Se habituará a entrar y salir, e incluso, si lo ubicamos en una zona elevada podrá ser utilizado como lugar de descanso o refugio. Este hábito nos ayudará a prevenir que cuando tenga que ser utilizado, el gato muestre rechazo al encontrarse mientras nos desplazamos con él.
Asegúrate, tiempo antes de salir, haber ofrecido a tu gato su alimento principal (húmedo) y refuerza vuestro vínculo con algún snack líquido o premio ofrecido en primera persona por ti. Este hecho reforzará su autoestima y te asegurarás que no desencadena estrés por hambre durante el trayecto. Existen productos relajantes que pueden facilitar su calma si tu gato no está habituado.
Mientras nos desplazamos con nuestro gato dentro de su transportín, procuraremos hacerlo con seguridad, evitando movimientos bruscos, permitiéndole tener visión del entorno y asegurándonos frecuentemente que su estado es de calma. Podemos hablarle de vez en cuando para asegurarle que está acompañado y no hay nada que temer. Podemos ofrecer algún snack como recompensa a su comportamiento, y podremos llevar en el transportín algún producto relajante, como juguetes de valeriana, o utilizar aromas orgánicos familiares para el gato.
Pasos al llegar
Cuando lleguemos al destino (veterinario, nuevo domicilio, hotel…), es muy importante asegurar el espacio antes de proceder a abrir el transportín.
Dejaremos el transportín en un lugar seguro y lo abriremos, sin extraer al animal, dándole tiempo para que tome la decisión de salir. Al estar confiado por tu compañía, será él quien decida cuándo es el momento de volver a explorar el nuevo territorio.
Así, podemos disponer de un cuenco de comida y agua en el nuevo espacio. También de bandeja higiénica con su arena habitual, que permita a tu gato recorrer la estancia y coger confianza, observando que está acompañado por ti y que además el territorio es seguro y confiable.
Ante la presencia de personas desconocidas como un veterinario, es importante que todas se muestren calmadas y ofrezcan una bienvenida confiable, ofreciendo un elemento lactante, o snack familiar que faciliten al gato la comunicación confiable del resto de miembros.
Es importante entender el estado emocional de nuestro gato antes de realizar un desplazamiento bruscamente. La alteración a un estado de supervivencia ante un territorio desconocido puede provocar serios problemas de salud y comportamientos no beneficiosos para él y el resto de las personas.
Siempre que te desplaces al veterinario con tu gato, apóyate en su experiencia para facilitar de la mejor manera la llegada de tu gato y hacer así un tránsito mucho más relajado y beneficioso para todos.
¿Cómo salir de casa con mi Ave o Pequeño mamífero?
El entorno del transportín en el que traslademos a nuestras mascotas más pequeñas debe ser el adecuado tanto a nivel de características de éste, como de la relación de nuestra mascota con el objeto. En el caso especial de las aves, es crucial elegir el tamaño adecuado, ya que el tiempo que pasen dentro puede afectar negativamente a su plumaje, e incluso influirle a la hora de volar.
Sacar de sus espacios habituales a nuestras mascotas más pequeñas también puede suponer un hábito muy saludable. En los pequeños mamíferos hay que tener extrema precaución de que su escaso tamaño no provoque sustos a la hora de encontrarlos de nuevo; pero en espacios muy controlados, la experiencia de sacarles de su jaula o recinto y que exploren, por ejemplo por un pequeño jardín, puede ser muy gratifi cante si la convertimos en hábito. Especialmente en hogares con niños.
A su vez, con el mismo o más cuidado extremo, en hogares con psitácidas amaestradas y tras asegurarnos que todas las ventanas del hogar están cerradas, el vuelo rutinario fuera de su jaula también aporta a nuestra mascota beneficios a su salud física, emocional y social, al vincularse más con nuestro entorno.
Ante la necesidad de desplazarnos con un ave o pequeño roedor a otro lugar, el proceso es muy sencillo. Simplemente consiste en mantener dentro de su transportín o jaula de transporte una serie de elementos de enriquecimiento ambiental que permitan a nuestro compañero sentirse completamente seguro.
Además de agua, comida y refugio, debemos tratar de cubrir en la medida de lo posible nuestro transportín o jaula para que nuestra mascota no pueda percibir en ningún momento una amenaza exterior. Para ello, puedes utilizar una manta o asegurarte que tu transportín esté cubierto.
Durante el desplazamiento con seguridad procura no realizar movimientos bruscos para mantener lo más estable posible el transportín o jaula. Evita también sonidos exteriores fuertes que puedan alterar su estado de seguridad y calma.
Una vez llegamos a nuestro destino, ubica en un lugar tranquilo y seguro a tu compañero, ofrécele algún alimento o snack favorito y mantén un tiempo prudencial antes de descubrir o trasladar a tu animal a su nuevo espacio.
Si nuestro compañero está habituado desde temprana edad a acompañarte, será más fácil para él cualquier salida, siempre que ofrezcas tu compañía como su refugio emocional en todo momento. Para un roedor es importante la presencia constante de un refugio donde poder ocultarse en caso de amenaza externa. Por tanto, en su jaula de transporte y fuera de ella debes poder ofrecerle tu regazo o su refugio.
Existe el kit perfecto para cada hábito.